Los sustratos son los lugares que sirven de asiento para una planta que no se cultiva en suelo. Proporcionan el agua necesaria para oxigenar las raíces de los cultivos y lograr el desarrollo adecuado de la planta.
La fibra de coco:
La fibra de coco es un soporte 100 % natural, formado por materia orgánica libre de agregados químicos y 100 % biodegradable. Tiene una porosidad de 94,6 % y su capacidad de retención de agua es 7,9 veces su peso en seco.
Por sus características se emplea en plantas de interior y exterior, cultivos de hortalizas, semilleros, lechos de jardín, campos de golf, cultivos hidropónicos, etc.
Es un material con un alto contenido de espacio poroso para retener aire y agua.
La lana de roca:
La lana de roca está elaborada a partir de la fundición a 1600 ºC de diabasas, piedras volcánicas que se encuentran en la naturaleza en gran cantidad. La estructura de fibra de lana de roca permite una conducción perfecta de las raíces y su buen crecimiento.
Es un sustrato químicamente inerte, de alta capacidad de aireación, totalmente libre de patógenos, perfectamente homogéneo y se adapta perfectamente a las diferentes zonas hortícolas.
La perlita:
La perlita es un silicato alumínico procedente de rocas volcánicas. El mineral molido se trata hasta formar un material esponjoso: se obtiene una partícula de 10-20 veces el tamaño original, extremadamente ligera, de color blanco con una porosidad superior al 95 %. Además, tiene una gran área superficial que le permite retener el agua en su superficie.
La perlita se utiliza, sola o mezclada, en sustratos para cultivos sin suelo, producción de plantas en semillero y vivero, multiplicación de esquejes, relleno de contenedores, conservación, enraizamiento y transporte de bulbo.
Es un material ligero y seguro que además actúa como aislante para reducir las fluctuaciones extremas de la temperatura en suelo y resulta muy fácil de manejar.